
La leyenda del Charro Negro es sumamente conocida en México, ya que ha pasado de generación en generación que jamás debes de aceptar lo que te de. Si te interesa saber más de esta leyenda quedate en este blog y lo descubrirás.

Origen del Charro Negro
El Charro provenía de una familia extremadamente pobre, y aunque sus padres siempre trataron de darle todo nunca pudieron cumplir sus expectativas.
Por ello, desde niño el Charro, a quien le gustaba siempre andar bien vestido, comenzó a ahorrar su escaso dinero para comprarse ropa.
Su ambición era tanta que dejaba de comer por días para juntar su tan amado dinero. Pero, por más que lo intentará la pobreza lo perseguía.
Por más que se esforzara en su trabajó nunca tenía suficiente dinero para él, y siempre tenia las manos llenas de tierra.

Con el paso del tiempo sus padres fallecieron y las cosas empeoraron para él, ya que terminó en la miseria.
Para solucionar su miseria tomó la decisión de invocar al diablo y hacer un trato con él.
El diablo apareció y al ver su desesperación de inmediato le ofreció cantidades de dinero que nunca terminaría de gastar, aunque viviera 2 vidas llenas de lujo.
El único precio que tenía que pagar el Charro era vender su alma, y así lo hizo.
El tiempo paso y con ello la juventud del charro, quien consiguió tener todo aquello que soñaba, pero con la edad se dio cuenta que estaba cansado de gastar sus riquezas en mujeres, alcohol, apuestas o costosos trajes.
Pero aunque tenía todo aquello que siempre quiso se dio cuenta que estaba totalmente solo en el mundo, ya que nadie lo quería por lo que era, sino por lo que tenía.

El Cobro de la Deuda
El Charro ya había olvidado el pacto que tenía con el diablo, después de tantos años él pensó que la deuda nunca sería cobrada.
Pero no fue así un día el diablo se apareció para recordarle el pacto que tenía y que pronto tendría que partir. Gracias a aquel recordatorio el Charro comenzó a esconderse del diablo para que este no pudiera cobrar la deuda.
Ordenó que en su hacienda se colocaran cruces y a construir una pequeña capilla, para refugiarse en su casa, pero el constante recuerdo no lo dejaba dormir ni disfrutar de sus ultimos días.
Una noche en un arranque de miedo, decidió tomar su caballo, una bolsa con unas cuantas monedas de oro y emprendió su huida.
Sin embargo, el diablo se dió cuenta que el Charro faltaría a su palabra, así que se apareció frente al jinete con el unicó fin de cobrar la deuda.
El diablo le dedicó una palabras al Charro:
-Iba a esperar a que murieras de manera natural para cobrar la deuda que tienes conmigo, pero al ver tu cobardía, te llevaré ahora.

La Transformación
Aquel Charro no tuvo oportunidad de responder. Cuando sus brazos habían comenzado a secarse y la carne había comenzado a desaparecer. Lo único que quedó de el fue su vestimenta de Charro, encima de sus huesos blanquecinos.
Mientras tanto el caballo se encabritaba, e intentaba patear al demonio, al ver esto el diablo habló:
– Veo que tu corcel te es fiel, por ello que será maldita al igual que tu y te acompañara en tu camino al infierno. Ustedes me ayudarán a cobrar mis deudas, si lo hacen bien dejaré que aquel hombre que acepte esa bolsa de oro que tienes contigo, tome tu lugar.
Desde ese momento el Charro quedó condenado a sufrir en el infierno y de unicamente salir de ahí para cobrar las deudas de Lucifer.
Se cuenta que el Charro aún tiene la esperanza de que algún viajero decida tomar la bolsa de oro, liberándolo a él y su caballo de la maldición.

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